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Quiero decirte que no tienes que seguir a todos, que no tienes que tener nombre, que no tienes que no tener siempre miedo, que no tienes que echar a correr, que no tienes que asfixiarte en agonías imaginarias, que no tienes que meterte en jaulas, que no tienes que tener corazas, que no necesitas un maldito gato, ni escribir, que no tienes que terminante todas las botellas de vino, que no necesitas correr descalza por la calle, que no necesitas quemarte la vida ni secarte las lágrimas, que no me asustan. QUE ME GRITES, que no tienes que odiarme que no voy a rasgarte el corazón que sólo quiero romperte las medias. Que dejes de escupirme imbécil, que pares. Que no tienes que pagarme la cena ni invitarme a desayunar. Que no tienes que pintarme los labios ni la vida. Que no tienes que descorcharme la botella de vino ni decirme que te vuelvo psicópata. Que no tienes que abrazarme, que no tienes que seguirme, que no tienes que no abandonarme, que no tienes que no empujarme, que no tienes que bailarme, tocarme, besarme. Que no tienes que hacerlo.

Pero por favor,
no pares.