martes, 10 de junio de 2014

Huracán


Fue un amor brutal, 
un temporal que dejaba las banderas arrancadas, 
los arboles caídos sobre los coches,
las líneas sin servicio.


A veces fue hermoso como es hermoso mirar un huracán,
y fue un huracán por eso, 
pero sobre todo,
por sus consecuencias.


La población de aquel país
tardó varios años en volver a la normalidad.
Lo curioso es que en ese país yo era el único habitante.


Ella era el viento, los pulmones brutales de la duda,
de mi invierno.





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