Para
Lola. Para mi querida Lola:
Solo
quiero que no malgastes energía. Que yo lo entendí tarde, cuando perdía mi
tiempo y fuerza en cosas estúpidas, cuando hacía de mis pequeños problemas una
enorme montaña. Cuando pensé, que el mejor amor que tuve simplemente no lo
merecía. Que comprendas que tenemos el amor que creemos merecer y como pensemos
que somos poco, poco amor tendremos. Que putada.
Que
la energía se disipa de muy distintas formas y nuestras reservas son necesarias
cuando de verdad vienen las “vacas flacas”, que no tenemos que esperar a estar
mal pero ver que estábamos bien. Que cada día debemos ser conscientes de que es
un día menos de vida y uno más de nuestra historia. Que “uno menos” supone
celebrar que cada vez hay menos cabida al dolor y menos temor a la muerte y que
“uno más” significa que dejamos una pequeña huella en el mundo.
Que
debemos dejar al tiempo que ponga a cada persona en su sitio y que tenemos que
aprender que cuando hablo de muerte, también me refiero a la muerte en vida.
Que el planeta está lleno de muertos vivientes que se desviven por retener a
los vivos o por resucitar a los muertos. Querida Lola… los amigos también
mueren en vida y no pierdas energía luchando contra ello. Nadie que no quiera
quedarse contigo va a hacerlo y todo el que quiere quedarse aunque su materia
se desvanezca, su recuerdo si tú quieres permanece. Lola, esto es recíproco:
podrás retener a quien tú quieras, incluso muerto o muerto en vida, la clave
reside en los recuerdos, en aquello con lo que quieras quedarte. Lo malo
destruye, quema y consume energía, deberías aprender, cariño, a quedarte con lo
bueno o a no quedarte con nada en absoluto.
Que
te harán daño sin querer porque los procesos personales de cada uno son rosas
con espinas que a menudo se chocan, se enredan y se destruyen. Que incluso por
separado esas rosas son más bonitas y más dulces. Que lo importante es que cada
rosa encuentre su jardinero, buscar en el otro la carencia de lo propio, y no
buscar en el otro las propias carencias porque cero más cero no suma uno, ni
dos. Cero más cero es nada.
Lola,
no temas ser humana y mostrar lo que sientes. Yo tuve pánico por ser
vulnerable, frágil y estúpida. Tragué mucho y la pagué con quien no debía.
También la pagué conmigo misma. Ahora sé que nadie tiene la culpa porque en
esta vida somos nuevos y tenemos que aprender a caminar, a bailar, a hablar, a
comer, a llorar, a escuchar, a decir no, a decir sí, a besar, a respetar al
prójimo, a diferenciar lo urgente de lo importante, a sentir y por encima de
todo… tenemos que aprender a amar.
Ojalá
tu vida, pequeña Lola, se centre en descubrir cómo querer y cómo hacerlo bien.
Espero que algún día yo sea capaz de demostrarte al menos lo que NO significa
querer, para que así tú me ayudes a conformar una definición que me llene. Por
lo menos el sentido de tu vida llenaría la mía.
Te
quiero.
Precioso. Bien construido. Bien escrito.
ResponderEliminarLola tiene mucha suerte de tenerte.