viernes, 14 de julio de 2017

Valentía

Está en las pequeñas cosas que vemos
el primer paso hacia un niño que es como un terremoto
la primera vez que montas en bicicleta y vuelcas sobre la acera
la primera bofetada
cuando tu corazón te llevó a hacer tu primer viaje
cuando te llamaban llorón o pobre o vaca o loco
y eso te convirtió en un marginado, 
bebiste su ácido y lo ocultaste.
Después,  cuando te enfrentaste a las bombas y a las balas, 
no fue con una pancarta
solo con un sombrero para cubrirte el corazón,
no te regodeaste en la debilidad de tu interior,
aunque ahí estaba
tu valor es un pequeño carbón que seguiste tragando.






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