En el mundo fantástico todo acaba bien. Cenicienta pierde su zapato y un precioso principe lucha por encontrarla... Y cuando da con ella se casan, viven felices y comen perdices. Así de simple, conocer a la persona de tu vida y sin más pasas el resto del tiempo junto a ella.
Pero la realidad es muy distinta... Si cenicienta viviera en nuestro mundo... Entonces el príncipe no habría luchado por ella, quizá por mierdo a estar con una persona socialmene inferior y tener que justificarse o porque no tuvo el valor de decir: "te quiero" a tiempo... Porque amigos... cuando tienes el coraje para decir esas dos palabras lo debes tener para escuchar otras dos un poco más difíciles: "yo no". En el mundo real, habría quedado como un amor utópico, irrealizable... Cenicienta siempre hubiera sabido que el príncipe era su media naranja y viceversa, pero ya está, ahí quedaría todo, no verían la luz, todo sería oscuro y siniestro. Al final sus continuas luchas serían vencidas por el cansancio... por el agotamiento que supone luchar contra todo y contra todos. Y entonces el príncipe se casaría con otra chica "adecuada", de la que sabe que no está enamorado... pero decide vivir, decide dejar a Cenicienta en un pequeñño rincón de su corazón, porque cuando lo ocupa todo, apenas puede respirar.
Cenicienta asumiría su final y también encontraria a otra persona. Tomarían caminos opuestos y sus heridas serían cerradas porque el tiempo lo cura todo.
Pero a pesar de esto... no habra una sola noche en la que su corazón no le traicione y lata pronunciando el nombre, el nombre de su amor de verdad.
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