domingo, 29 de mayo de 2016

La guerra que fue y paz que dejaste

A mi que me importa que tengas un mal día, si yo vivo un infierno tan
acostumbrada que he conseguido edificar un ídolo.
Si he tenido el corazón en un puño y le di la mano a alguien para que no
cayese al vacío, y me tiró a mi y se lo llevó.
A mi que me importa tu carita de intensa de mierda dolida, si me trago
catorce pastillas al día para hacer lo que tú haces por inercia.
Si todavía tengo uñas clavadas en la cara,
si me apago los cigarros en los párpados,
si he perdido el conocimiento tirándome del pelo,
si se a qué sabe mi falta de hierro.
A mi qué coño me vienes a contar si no puedo contarle nada a nadie.
A mi qué me vas a decir que no puedes más, cuando he aguantado que me
escupan en la espalda y me meen en la cara.
A mi... que me han visto suplicar porque nunca me han escuchado y me
han callado a patadas en la boca hasta deformarla, que he tenido que
aprender a hablar.
A mi me vas a decir que no te entiendes, no me tires de la lengua, que he
pasado años vomitando sangre.
Que llevo la mitad de la vida
MUERTA Y TENGO QUE GRITARLO PARA QUE ME DEJEN EN PAZ JODER,
QUE NO HACÉIS MÁS QUE JODER Y ESTAR JODIDAMENTE radiantes.
A mi que hostias me importan tus actualizaciones de estado y tus amiguitos de
quita y pon, y esa ropa de mierda que llevas para que te la quite 
cualquiera.
Si me duele todo el cuerpo,
si estoy desapareciendo,
si en la puta vida me he quejado de nada más que de tus lamentables quejas
y que jamás sabrás que lo estoy haciendo.
Si te he escuchado, mimado, consolado, apoyado, en un mundo de
mierda, mientras yo me arrastraba por el suelo y fingía estar buscando
algo mientras sujetaba a mi madre, mientras pesaba 38 putos kilos,
mientras todos estaban mirando, todos estabais mirando y tu gritabas.
A mi qué cojones me importa lo que hagan contigo los mismos imbéciles
que acabaron conmigo.

IX.


No hay comentarios:

Publicar un comentario