Y es
que una persona no te hace sentir especial,
tú
eres especial y te dejas ser auténtica con otra persona.
Y es
la confianza, y decepción, de volver a meterte en esa habitación que huele a
soledad y a sonrisas forzadas la que fuerza tu egoísmo. Y hablo de egoísmo, al
menos, recíproco. Porque si uno no quiere, no se deja liar – otra vez – por los
malditos recuerdos. Que las conversaciones eternas, repasando que funcionó mal
– como si funcionar fuera un verbo objetivo y el bien su necesario acompañante
– o que pareció a ojos del resto que funcionó mal, solo sirve para descubrirse a uno mismo, y para poco más. Para llegar a la estúpida
conclusión de que volver a intentarlo, siempre es la solución. Y no. Y otra
vez, es no. ¿Por qué?
Porque el sentirse especial, no te lo provoca nadie. Porque esa energía, viene de
uno mismo y si tú te sientes especial todos los intentos y ataques – aunque sea
por medio de la ignorancia – que sufras, te sabrán a poco.
Se
llama insatisfacción,
es
atrevido,
se
llama miedo,
a no
volver a sentir que él tiene la sonrisa más bonita del mundo.
Querer
a alguien, por si acaso, no es querer. Esperar a que el otro te quiera, no es
querer. Yo no sé lo que significa querer, porque de momento no he sabido qué acompaña a mi verbo funcionar. Querer, parece ser que el otro sea antes que tú porque
tú estás completa y no tienes necesidad de más.
Cúbrete
primero,
Para
saber desnudarte después.
¿me
explico?
Un
día lloré tanto que pasé de princesa a guerrillera. Un clavo, nunca saca otro
clavo. La distancia no siempre es física. Despojarse del miedo es necesario
para evolucionar. Dos personas pueden estar en un mismo punto y no tener ni un
punto en común; y eso se debe al constante cambio. La noria para de girar el día
que empiezas a llorar tanto que transformas lo que te hace sufrir y lo cambias por fuerza y para eso es imprescindible
averiguar lo que quieres y lo que no quieres para ti.
El
día que me volví indestructible fue cuando entendí que cada bonita sonrisa que me encuentro, me
aporta algo que me hace especial.
¿Cuál
es tu día?
Eh,
valiente.
A mi amiga,
una tal Rocío
que ha inspirado esto
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