Voy a ser una mujer de manos frías, y te diría que tengo ganas de pegarte, pero me dirás que eso no es nuevo. Y me he dado cuenta de que últimamente estoy más feliz y más despreocupada. Que mucho he aprendido a des-escuchar y olvidar. A ser así, inmune. Quizá un poco de más pero debo deciros que me cuesta abrirme y hablar(os) de lo que muchas veces siento, y cuánto callo. Lo llamaréis cobardía, yo solo digo que lo bauticé como desconfianza. Que no pienso justificarme porque soy y existo y toda existencia se merece un respeto.
No dejes que nadie te falte al respeto.
No dejes que te pisoteen.
No dejes que te traten como una mierda.
No vuelvas a ser dos para tí misma y por ser, contigo misma, se siempre uno.
Quiérete Lola.
Que la presión no sea tú limite, que sea tu puerta y te sirva de inspiración.
No dejes que te hagan odiar lo auténtico,
amor.
Tengo ganas de correr, y saltar. Me gusta esa sensación de saber que voy a caer sobre suelo y que voy a volver a saltar. Y que cuando quiera puedo, simplemente, caerme porque debajo de mi hay sólido. Me gusta saltar y saber que debajo de mi hay mar, quiero bucear, quiero no escuchar y sentirme, viva.
Ya van dos X.
Será mejor que dejemos de sumar.
PUTA.
La destrucción es una forma de crear y de sentirse mejor. Me gusta romper cosas contra el suelo y gritar. Guardo mucha energía que voy recogiendo de las personas que me miran y odian. Yo las amo a todas ellas por darme chispa.
Amar es un verbo muy grande, que no todos saben usar.
No voy a permitirme el lujo de perder mi tiempo. Que es oro.
Lola, vamos a sonreír y a divertirnos.
Quiero contar hasta 100 y que sean los días en los que ya no hay lágrimas,
Voy a soplar las velas de mi no cumpleaños,
y a pedirme a mi misma,
luz, tiempo y espacio.
Sopla,
despacio.
despacio.
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